Bodas de oro en Italia




Hace 8 años hice uno de los mejores viajes de mi vida. 

Mis abuelos maternos hicieron 50 años de casados y toda la familia les regalamos un viaje de 10 días a Roma y Venecia. Fue el primer viaje que hacíamos todos juntos con abuelos, primos y tíos. 


Estuvimos seis días en Roma y cuatro en Venecia. Una de las cosas que más me gustó de ese viaje fue cuando pasamos el día entero en la isla de Murano. Pudimos ver como hacían el cristal que usaban para lámparas, jarrones e incluso pendientes. Fue muy interesante y la manera en la que moldeaban el cristal en el horno a una gran temperatura fue impresionante. 

No podíamos irnos de Venecia sin montarnos en las famosas góndolas. Parece mentira que en una ciudad exista ese medio de transporte pero es una experiencia más y además los gondoleros son muy simpáticos y tienen un control enorme sobre la barca a pesar de ir de pie. 

Ambas ciudades tienen muchísima historia y son dignas de visitar. Es cierto que son muy turísticas y que siempre hay gente viéndolas pero también es posible ver la vida romana y veneciana si te adentras en ellas. 


Es un viaje que voy a repetir en cuanto pueda con mi familia porque es uno de los más importantes y especiales que recuerdo. 




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